Irezumi es un misterioso grupo de hombres y mujeres japoneses,
procedentes a menudo de los bajos fondos, que transforman sus cuerpos en obras
de arte vivientes. El pene es la última parte de la anatomía que se tatúa y es
la que sufre el proceso más doloroso. Lógicamente el artista tatuador trabaja
sólo en una pequeña zona en cada sesión incluso, después de morir, estos
cuerpos adornados continúan sorprendiendo. Unas trescientas pieles de medio
cuerpo y cuerpo entero han sido conservadas en marcos cerrados al vacío y
después vendidas a museos o a coleccionistas privados. Hace unos años, una piel
de medio cuerpo tatuada se subastó por 50,000 dólares.
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