TOMA MI MANO




MISION: LOGRAR UN DESARROLLO INTEGRAL DEL ADOLESCENTE ASIMISMO INTEGRARLO AL C.A.R.A. CON TODOS SUS VIRTUDES Y CARENCIAS ENALTECIENDO LAS PRIMERAS E INTEGRARLO A SU ENTORNO MEDIANTE UN MODELO DE ATENCION INTEGRAL A LA SALUD IDEAL PARA SI MISMO.



VISION: DESARROLLAR EL PROGRAMA "TOMA MI MANO" COMO HERRAMIENTA EN EL C.A.R.A. CON UNA SOLA INTENCION RETROALIMENTACION DEL MISMO CON LAS NECESIDADES DE LAS MUCHACHAS Y MUCHACHOS, DANDO PRIORIDAD A NECESIDADES MUY SIMPLES SOBRE TODO NECESIDAD-PRIORIDAD. SE CARACTERIZA POR ATENCION PERSONALIZADA EN BASE A CADA MUCHACHO. SIGUIENDO EL MODELO DEL MAIS. PROBLEMA-SOLUCION-EVALUACION.



miércoles, 2 de mayo de 2012

DEL CARA PARA TI "EQUIDAD DE GÉNERO"



DEL CARA PARA TI   EQUIDAD DE GÉNERO

 Las únicas diferencias entre los hombres y las mujeres son:

• Los hombres son fertilizadores (esperma).

• Las mujeres son gestadoras (embarazo, parto).

• Los hombres tienen pene y testículos.

• Las mujeres tienen vagina y senos desarrollados.

• Las mujeres pueden dar de comer a los bebes (leche materna).

 A nuestras diferencias físicas les llamamos “sexo” (pene, testículos, fertilizador en el hombre y en la mujer la vagina, vulva, ovarios, útero). Todo lo demás lo aprendemos (familia, escuela, sociedad). A los hombres por ejemplo, se les enseña a que tienen que ser fuertes, usar solamente pantalones, no llorar y las mujeres que son las responsables de la educación, la salud de los hijos, que su lugar es la casa, que es la responsable de hacer la comida para la familia, tener la casa limpia, lavar la ropa. Tanto hombres como mujeres nos comportamos de manera distinta según nuestro sexo y nuestra educación: a eso le llamamos género.

 La forma de ser hombre o de ser mujer la aprendemos por medio de la educación, desde la infancia y a través del desarrollo de nuestra vida; por lo tanto, no es algo que tenemos de forma natural o con lo que hayamos nacido. Es por ello que podemos cambiar aquellos aspectos que nosotros decidamos, para vivir mejor o porque nos ocasionan problemas.

 La cultura influye directamente sobre nuestra forma de pensar. Sin embargo, todos tenemos dentro de nosotros el poder de cambiar. Así pues, podemos reconstruir la forma en que nos enseñaron a ser hombre y la forma en cómo nos enseñaron a ser mujer, desechando aquellas cosas que nos perjudican o limitan e incorporando aquellas que nos liberan y favorecen nuestro desarrollo.

 Hemos analizado lo que nos dijeron que implicaba ser hombre y ser mujer. Esto proviene de lo que nos enseñaron en nuestra familia, nuestra comunidad, lo que oímos de nuestros amigos o vimos en la televisión, pero no tiene por qué ser o continuar siendo así.  Hoy puedo analizar qué me gusta y qué no me gusta de cómo me enseñaron a ser hombre y a ser mujer; y por eso puedo cambiar. Siempre tendré posibilidad de modificar los aspectos de mi forma de ser conforme a mis intereses, buscando siempre mi crecimiento y realización.

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