El barroco arquitectónico en Latinoamérica tiene en la catedral
de la ciudad de México uno de sus más completos e impresionantes exponentes. No
en vano es el edificio de estas características de mayores proporciones del
continente. Aunque las obras de construcción se prolongaron durante tres
siglos, la paternidad del proyecto original debe asignarse al arquitecto
español, establecido en México desde0 1550, Claudio de Arciniega quien se hizo
cargo de la catedral a partir de 1584. Levantada sobre una planta rectangular y
estructurada en cinco naves, en la catedral se amalgaman los más diversos
estilos, desde algunos segmentos cubiertos con bóveda de crucería, en la
tradición gótica europea, hasta las torres y la cúpula, realizadas en estilo
neoclásico.
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