Pirámides de Gizeh
Este impresionante conjunto funerario, uno de los testimonios más admirados de la cultura egipcia, comprende tres pirámides destinadas al descanso eterno de tres faraones de la IV dinastía: Cheops, Chefren y Micerino.
La más imponente es la primera con 147 metros de altura y una base cuadrada de 230 metros de lado. Aunque sus dimensiones resultan sobrecogedoras, las tres son perfectamente explicables en el contexto cultural del antiguo Egipto, en el que el tema de la muerte y del más allá era una de las principales preocupaciones. La profunda obsesión por la eternidad llevó a la realeza a hacerse erigir estas “casas para la eternidad”, en las que serían depositados sus cuerpos momificados junto con las riquezas y los objetos que garantizaran su existencia eterna.
Al lado de la de Micerino, se erigieron otras pirámides de dimensiones mucho más reducidas, destinadas a las reinas, mientras que junto a la de Cheops aún pueden admirarse las mastabas donde fueron otros personajes de la corte.
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